viernes, 3 de febrero de 2012

El Milagro de la Vida

Hay días que las emociones llegan sin esperarlas y te dan un golpe certero.

De una manera casual llegó a mi facebook la foto de la izquierda.  Fue realizada en el año 1999 instantes después de operar con éxito a un feto  de 23 semanas con problemas de espina bífida. Para su supervivencia, el bebé debía permanecer en todo momento dentro del útero, el cual se extrajo del vientre materno para realizar todo el proceso.
Terminada la operación, mientras se disponían a introducirlo nuevamente en su sitio, el feto se movió y sacó una mano que el cirujano tomó entre sus dedos, momento que el fotógrafo inmortalizó en una de las instantáneas mas comentadas y polémicas de la historia.
La primera vez que la vi lloré de emoción, supongo que de golpe y por unos instantes, recordé mis propios partos y el momento inigualable, único, extraordinario y hermoso en que ves a tu hijo por primera vez y lo tienes en tus brazos. Y ver esa diminuta mano apretando el dedo del cirujano, fue impactante.
Un feto de 23 semanas  mide aproximadamente 30 cm y pesa mas o menos 650 gramos.  Es un ser iniciándose en la vida, la vida a la que este pequeño se aferraba con fuerza, simbolizada en esas manos que magistralmente le habían devuelto la esperanza en un futuro,
Discusiones y polémicas aparte, lo que quiero en este momento es hacer un canto a esa vida, a la emoción de la maternidad, a ese sentimiento que te une a un hijo por siempre y para siempre,  constatar que  tanto desde el punto de vista médico como del humano, lo conseguido es asombroso, es de esas cosas que te obligan a parar, reflexionar... y sonreír.


                                     Samuel, seis años después.
  
                                                                                                       

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