viernes, 29 de junio de 2012

La Vida

La vida es un rumbo inexacto. No siempre se cumple lo soñado, no siempre es cierto lo creído. Cuando nos vamos o cuando volvemos, cuando respiramos, cuando reímos, cuando cerramos o abrimos los ojos, cuando miramos y no vemos... a veces los tópicos son tan simples y reales como la propia vida.
Cumplido el tiempo ¿Que nos gustaría?
Todos desamos una vida plena, llena de cosas estupendas, vivencias magníficas y ninguna lágrima. 
Nada mas lejos de lo real, nada mas absurdo. 
Todo nos enriquece de una forma u otra, nos hace crecer, nos hace subir para caer muchas veces y todo en su conjunto nos forma como seres humanos, de lo contrario seríamos otra cosa. Sabido esto, como nos cuesta subir esta pendiente y cuanto duele bajarla para iniciar el ascenso de nuevo.
Supongo que los cincuenta inician un punto de inflexión en la propia existencia, ese momento tonto que te hace parar un minuto y mirarte dentro y mirar a tu alrededor, ese segundo inconsciente de total parada para saber si has llegado bien o mal, si vale la pena lo acontecido, si hay que seguir en la brecha o ya toca decir que basta, ese instante que no es otra cosa que  pura vida.
No hace tanto  en una mujer suponían casi la vejez, hoy podría decirse que son la plenitud, se te intuye preparada y lista porque hay un mundo detrás y hay otro que está por venir, "divina de la muerte" en realidad. 
Nada mas lejos de lo real, nada mas absurdo.
En ocasiones no hay detrás otra cosa que dudas y pesares, hay un mundo de lágrimas ocultas pugnando por salir, sonrisas calladas y tristes y una esperanza que nunca se acerca...ni te roza.
Hay un futuro tan incierto como lo fué el pasado en su momento, hay dolor y miedo a raudales y un vacío bajo los pies que no deja respirar, algún claro de luna y muchas tormentas  despejadas para ser justos.  Hay amor porque tiene que haberlo... y miedo. 
Y una gabardina negra en el recuerdo que no me olvida, que me vigila, que me advierte...y miro el horizonte...y la veo.

 http://www.youtube.com/watch?v=4-RVntGs9IE
http://www.youtube.com/watch?v=VblA7kyKwvI

viernes, 20 de abril de 2012

20 de Abril, IN MEMORIAM

No me fue cumplida.
El destino de su vida y la de todos estaba marcado en este día del año 2011 con la severidad que imprime la vida cuando quiere hacernos saber que no somos dueños de nada, cuando quiere  hacernos saber que solo hay un camino y no es de retorno.
La muerte de mi cuñado Ivan con todo por hacer, con solo 40 años, un hijo de tres y una compañera entregada hasta el final, fué de esas cosas que te zarandean sin compasión. 
Un año después,  la pátina del tiempo ha dulzificado en parte los sentidos.  Aún así, estoy escribiendo estas líneas y la emoción se me asoma sin quererlo, el hermano que comparte mi vida sigue doliente, como sus otros hermanos... como su madre que nunca se recuperará de esto.

Y como los padres de ella, fuertes. firmes como las rocas de ese  monte que fue el mas sagrado para él, donde está creciendo en un árbol que será centenario y nos vivirá por generaciones.

A mi me ha quedado  un cierto desasosiego y una especie de regusto raro que me acompañará mucho tiempo.  Las razones no vienen al caso, hoy será ese día por el resto de nuestros días y así quiero que sea.
Y de aquella promesa queda una deuda; yo por mi parte cumpli lo pactado, por los que están aquí, por lo mas personal que me toca.
En esta hora exacta e injusta, en la madrugada de hoy por aquella de ayer, IN MEMORIAM.


Como puedo decirte mujer,
     son tuyos el aire y los caminos, 
 que se alce enérgica tu voz,
que seas tierra y viento.
Para S.

viernes, 13 de abril de 2012

13 de Abril, happy Birthday

"""El día que mi hija mayor cumplía 16 años, recibí un correo electrónico a primera hora de la mañana: Ivan está en la UCI, ya no puede respirar por sí mismo.
Escueto, frío y demoledor.   Una sombre negra se me cruzó.  Cerré los ojos, uní las manos y pedí a mis arcanos.  También hice una promesa. 
No se me cumplió."""
Esto sucedió hace hoy exactamente un año y así lo escribí meses después.  Es  un quiebro de la vida que en el mismo día confluyan dos acontecimientos que para siempre estarán unidos en la memoria de esta familia por motivos bien diferentes.
Lo ocurrido  siete días después requiere su propio espacio.  Hoy  lo que toca es un cumpleaños y hay que celebrarlo.  Y  van 17.
Cuando contaba  9 años tuvo una crisis de cariño, opinaba que estaba compartiendo en demasía con su hermana, que no la queríamos lo suficiente.  Por más que lo intentaba yo no se convencía ella, de modo que ya desesperada le escribí unas palabras  que tienen tanta vigencia hoy como entonces y con las que quiero desearle un enorme happy Birthday en este día... y en este momento tan especial que está viviendo.

Del viento y del mar  
nos trae la lluvia la              
esperanza,
de un ser que crece
y se alimenta, que vive
de mi y para mi,
...que yo lo vea.
De mi vientre cálido
y caliente,
vino ese ser que quiero y
quiere, y por ser tan
querido y tan amado,
se enborracha de amor
y no entiende.
Que el amor de una madre
no se comparte,
la madre ama por lo
que es y porque lo siente,
y cada vez que el viento
del mar le hincha
el vientre,
no nace un nuevo amor,
es el amor de siempre. 

(23 de diciembre de 2004)
Con todo mi cariño, mi amor...
y mi apoyo.
FELICES 17¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

miércoles, 28 de marzo de 2012

Estaban las palabras

Es bien sabido que una limpieza general en una casa ventila y pone orden  y a veces, solo a veces, el aire que penetra te revuelve el tiempo y la conciencia..  En la última que yo hice encontré una carpeta gris, vieja y gastada, que al principio no identifiqué.  A pesar del trajín, me pudo la curiosidad y la abrí. 
Y de repente, viajé al pasado.  Además de viejas cartas, postales y otras cosas típicas de los primeros años, había una libreta azul, tan vieja  y gastada como la carpeta que la contenía, y que en este caso, reconocí de manera inmediata.  Apenas la recordaba, pero tenerla en las manos fue como girar a la velocidad del viento y sentir que algo muy dentro se me encogía. Recordé lo que no quería, ahogue mis suspiros y la devolví sin abrirla.
Pasado un tiempo. consciente y sosegadamente, fui a buscarla y me sumergí en sus palabras venciendo al miedo, sabiéndome mayor aunque no mas sabia, amando sin fisuras a la joven que fui, acogiendo en mi corazón su espíritu atormentado y triste, compartiendo con ella mi alma, mi vida y aquella esperanza.
Entre los años 1981 y 1985 escribí poemas y reflexiones que reflejan toda mi tormenta y todo mi mundo solitario y gris.  Treinta años después, los releo con nostalgia y una leve sonrisa en los labios, sorprendida incluso;  finalmente no estaba tan sola, estaban las palabras que hoy igual que ayer, me alivian, me sonrojan, me empujan y me alientan, tanto en una libreta manuscrita como en un teclado de ordenador.
Después de todo, me pregunto si  habré cambiado  tanto.

"Deseaste por mi
tu vida y la mía,
pero fue en vano.
cayó una hoja del árbol
que se alzaba por los dos,
y como sutil canto
de despedida,
reposó tu boca en la mía,
mientras las almas,
temerosas, huían."
(25 de agosto de 1981)
                                                                      

miércoles, 7 de marzo de 2012

Algo roto, algo perdido.

Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, tenía claro que habría un antes y un después, pero aún reconociendo este hecho, está siendo duro.
Tengo una hija a ocho mil kilómetros de distancia y con todos los medios de los que hoy disponemos, facilidades de "comunicación" impensables hace muy pocos años, con todo, hace rato que no sé nada de ella, no escribe, no llama, no está para mi.
Sé que está bien, como es lógico, pero lo llevo mal.  Hay una parte de mi ser como madre que no se resigna, esa necesidad de proteger  me vence, y me puede aún más el hecho incontestable de que ha crecido, se ha independizado de mi, se ha roto ese cordón que nos unía, hemos perdido algo.
El mes próximo cumplirá 17 años, es una edad casi adulta, es una edad para empezar a volar, pero mi hija ya voló hace unos meses y yo no estaba preparada.
Hoy he soñado con ella por primera vez en todo este tiempo. Tan solo la abrazaba, un abrazo largo largo y fuerte, como queriendo retenerla, no te vayas, quédate aquí conmigo un poco más; mientras, me sonreia en mi sueño, me miraba sonriente en un intento de  tranquilizar mi corazón, sin decir nada, dejándo que yo la envolviera con mis brazos y devolviendome a su vez los suyos.
No he llorado mucho su ausencia, es la verdad.  Esta era una situación temporal, habría un regreso... pero ya no habrá retorno.  El día que se fué, de regreso a casa en medio de un silencio que se podía cortar, su hermana que me acompañaba quiso poner música y sin premeditación ni alevosía, metió en el equipo del coche un cd del que salió disparada esta canción de JM Serrat   que todavía hoy me parte por la mitad.
http://www.youtube.com/watch?v=Pp2xieXOyxg&feature=related
Creo que no he llorado tanto en mi vida, durante kms. no pude parar de llorar porque ya sabía, ya intuía que el lazo se estaba deshaciendo; lloraba por ese miedo, irracional o no, que no le pase nada por Dios... lloraba por todo, por una etapa de mi vida y de la suya que se cerraba para abrir otra, ni mejor ni peor, otra, diferente y distinta.

Y entonces recordé a  una madre con gabardina negra aceptando resignada un destino sin mi...  y lloré por las dos, por mis propios silencios y mis ausencias, los de entonces y los de ahora.

Por mi parte  creo que echaré de menos por el resto de mi vida a aquella niña de 16 años que despedí en un aeropuerto un día del mes de agosto del año  2011.


Un beso, un abrazo y un mimo.
For you.

viernes, 17 de febrero de 2012

Carnaval en Venecia

El Carnaval no es mi fiesta, vaya por delante que no me gusta demasiado,  ni de niña, las máscaras me daban terror; así crecí y así sigo.        Con los años y los hijos, y la recuperación del evento como algo cultural propio de ciertas zonas de España, no me quedó otro remedio que rodearme de disfraces infantiles, alguna vez incluso de adulto, y participar con poca gana y menos entusiasmo.        
La parte gastronómica es otra cosa.  Nacida en una comunidad autónoma y residente desde hace años en otra, la mezcla culinaria de mi casa es variopinta y muy sabrosa, lo cual disfrutamos toda la familia, yo incluida, y aquí sí, sin reparos de ningún tipo.

Esta es sin duda una fecha irreverente, donde casi todo cabe y donde todo es excesivo.  Y llegados a este punto,  tengo que decir que  hay un Carnaval que me gusta, un Carnaval que dejó mi memoria grabada, mi corazón enamorado y mis hojos abiertos a la estética en grado superlativo.
El Carnaval de Venecia.

Como ciudad no cabe duda alguna que es especial y cualquier cosa que se diga al respecto resultaría redundante.  Pero en estas fechas, tiene al añadido de sus máscaras paseando canales y calles, mostrando al mundo la belleza transformada en todo su esplendor.                                                  
Las fiestas son privadísimas y solo se accede por rigurosa invitación, pero las calles... las calles de Venecia en carnaval son la expresión máxima del color y la tradición.
Disfraces elaborados con esmero, con diseños y telas extraordinarios y la conciencia de saberse mirados, fotografiados, admirados, los disfrazados no solo pasean, actúan su vestimenta y posan para el visitante, se dejan acariciar por los ojos de los sorprendidos, que como yo, no dan crédito a lo que ven, transportados por unos días a otras épocas....                                


...a otros mundos.



martes, 14 de febrero de 2012

Una camelia para Whitney

Uno no termina de entender como una persona tocada por los dioses llega a perder su camino.
Uno no termina de entender como una persona se deja arrastrar por el destino y llega a perder su camino.
Uno no termina de entender como una persona se cruza en la  vida de otra y la destruye primero para entronarla después, en mala hora, y le hace  perder su camino.
Uno no termina de entender.

Será que los propios dioses les reclaman desde su particular olimpo esa estrella, ese don inacabado, será que los reclaman para sí, convirtiendo su arte y su figura en algo intemporal, eterno y universal.

Y no puedo creer que I Will Always Love You (www.youtube.com/watch?v=H9nPf7w7pDI) no fuera escrita por y para ella.  El capricho personal de Kevin Costner convirtió una versión en "esa canción", en ese estandarte que siempre asociaremos con Whitney, su voz y una película mala de la que nació un mito. Ironías de la vida...

... y del Olimpo.
Gracias por esa voz que ya será siempre nuestra.

viernes, 3 de febrero de 2012

El Milagro de la Vida

Hay días que las emociones llegan sin esperarlas y te dan un golpe certero.

De una manera casual llegó a mi facebook la foto de la izquierda.  Fue realizada en el año 1999 instantes después de operar con éxito a un feto  de 23 semanas con problemas de espina bífida. Para su supervivencia, el bebé debía permanecer en todo momento dentro del útero, el cual se extrajo del vientre materno para realizar todo el proceso.
Terminada la operación, mientras se disponían a introducirlo nuevamente en su sitio, el feto se movió y sacó una mano que el cirujano tomó entre sus dedos, momento que el fotógrafo inmortalizó en una de las instantáneas mas comentadas y polémicas de la historia.
La primera vez que la vi lloré de emoción, supongo que de golpe y por unos instantes, recordé mis propios partos y el momento inigualable, único, extraordinario y hermoso en que ves a tu hijo por primera vez y lo tienes en tus brazos. Y ver esa diminuta mano apretando el dedo del cirujano, fue impactante.
Un feto de 23 semanas  mide aproximadamente 30 cm y pesa mas o menos 650 gramos.  Es un ser iniciándose en la vida, la vida a la que este pequeño se aferraba con fuerza, simbolizada en esas manos que magistralmente le habían devuelto la esperanza en un futuro,
Discusiones y polémicas aparte, lo que quiero en este momento es hacer un canto a esa vida, a la emoción de la maternidad, a ese sentimiento que te une a un hijo por siempre y para siempre,  constatar que  tanto desde el punto de vista médico como del humano, lo conseguido es asombroso, es de esas cosas que te obligan a parar, reflexionar... y sonreír.


                                     Samuel, seis años después.
  
                                                                                                       

viernes, 27 de enero de 2012

Adios Patuca

Tenía algunos años, no muchos, y siempre vivió sola.  Su madre la abandonó recién nacida, sobrevivió al resto de la camada y se crió  entre las hortensias de mi jardín sin que nunca pudiéramos tocarla, era tan esquiva que en todo su tiempo de vida no fuimos capaces de mimarla como al resto de bichos que pueblan mi casa y mi vida.  Solo ahora, casi al final, se dejaba acariciar minimamente mientras comía.

Su nombre era debido a sus pies, blancos, como si llevara calcetines; recuerdo perfectamente el día que le pusimos el nombre.  Era verano, yo tomaba el sol en el jardín y las niñas, aún con esa edad que admite alegrías y juegos de campo, intentaban que ella se acercara, cosa que nunca se consiguió del todo. Puesto que ya había un Calcetines yo les dije "pues parece que lleva patucos, llamadla Patuca" y así quedó.
Luego fue también Patu, Patuqita, Patuqui, en fin, cuanto derivado se nos ocurría, fue procreadora incansable de innumerables camadas de las cuales quedan Cosa, Chispita y Frida y tengo que decir que me falta su presencia en la ventana de mi cocina donde pasaba las horas en los últimos tiempos.
Hace tres semanas que no sé nada de ella, lo que me hace pensar que aquella respiración ruidosa que se le oía le ha pasado factura con estos fríos.
Siento no haberla tenido al final, cuidarla y mimarla como se merecía,  porque aún siendo como era, fue muy querida en casa, era cariñosa a su manera y siempre estaba ahí, con esa presencia que imponía la edad y la sabiduría de gata vieja y lista, con esa mirada limpia, clara y agradecida que tienen algunos seres vivos y deberíamos copiar otros.


 

Adios Patu.

miércoles, 25 de enero de 2012

Matizando

Al hilo de la entrada anterior, me gustaría realizar algunas matizaciones.

Durante muchos años participé activamente en lo que hoy se da en llamar "la vida de tu comunidad", osea, que durante años estuve más que involucrada en aquellas cosas de mi entorno que consideraba había que  cambiar o mejorar, recogí el testigo de otros y como no podía ser de otra manera,  trabajé a fondo.  Emplee días, horas, esfuerzos, ilusiones, me cree algún que otro enemigo e hice mía la máxima de "si quieres algo, lucha por ello."

Pero  no siempre las personas que te rodean son las que tu crees que son o simplemente no son capaces, llegado el momento, de olvidar ideologías, de aunar esfuerzos  por un bien común, encontrar ese punto que nos hace a todos iguales cuando de luchar se trata.
España es un país de gente sectaria, lo digo sin ambages, lo creo firmemente.  El "y tu mas", el "son los míos" es algo que todos practicamos en mayor o menor medida y así nos va como nación y como sociedad.
Viviendo como vivo en una autonomía con dos idiomas oficiales, la cuestión lingüística llegó a convertirse en materia  de enfrentamiento serio entre aquellos que habíamos colaborado durante años sin mayores problemas que los derivados de la lógica de cada uno.  Mi defensa de lo que considero un derecho propio reconocido legalmente me granjeo la enemistad y el desprecio de mi entorno, y fue un golpe terrible para mi.

De repente  todo aquello por lo que había luchado sin denuedo empezó a parecerme carente de sentido.  Obviamente, no es así, no puedo dejar de creer en lo que creo por el hecho incuestionable de  estar rodeada  de  personas inadecuadas.  Pero sí empecé a considerar que el tiempo y el esfuerzo empleados habían sido inútiles y perdidos.  Y la consecuencia inmediata fue mi aislamiento personal, mi abandono de toda lucha, mi introspección mas absoluta.  Volví a mis tiempos  solitarios y silenciosos, y encontré que allí estaba bien, que nada me hacía daño, que no valía la pena salir al mundo y pelear.  En ese contexto, tu casa, tu vida doméstica, se convierte en algo seguro y tranquilo, en ella me quedé y aquí sigo.
También sufrí una incomprensión que fue la mas dura de todas.

Han pasado varios años y como es lógico, los avatares de la vida tienen su reposo, incluso los desengaños mas dolorosos.  Hoy pienso que mas que  perdido tal vez fue un tiempo mal empleado, no sé.  Luché por aquello que creí justo y necesario, conocí gente interesante, me afirmé como madre/mujer/persona, aprendí de todos; hoy el dolor se ha suavizado y empiezo a calmarme por dentro...un poco y empiezo a caminar aunque sea despacio ...


... muy despacio.


viernes, 20 de enero de 2012

La madre, la persona, la mujer.

No hace mucho veía en tv a Laura Pausini. No es que me guste como intérprete, pero como ser humano me pareció interesante y seguí la entrevista que le hacían. En un momento dado comentó que su último disco era muy especial para ella pues mientras lo componía había recuperado la maltrecha relación que mantenía con su madre a la vez que había descubierto a la persona que había detrás de ella. 
Me pareció precioso.
Y me quedé pasmada.

Inmediatamente pensé en mi propia madre, ya mayor, con esa edad que inspira la ternura y hablanda los recuerdos, con esa edad que cuentas hacia atrás, a la que miro muchas veces y siempre veo como madre.  Y pensé que mujer sería ayer, que clase de mujer fue en su adolescencia, en su juventud, que madurez hubiera podido tener.

Mi madre cuenta muchas cosas de su pasado.   Habla con frecuencia de sus padres, especialmente de mi abuela, a la que no llegué a conocer y con la que debió de tener una relación muy especial. Es su norte y su guía... aún hoy.
Habla de sus hermanos, ausentes por esas cosas de la vida en este país que nos han obligado durante generaciones a separar familias.  Recuerdo que de niña hablaba tanto de ellos,  que era casi como si pudiera verlos a diario.
Mi madre hablaba mucho de su familia en mi infancia, pero hablaba de ellos con  nostalgia, con aire de ausencia impuesta, con letanía de recuerdo repetido una y otra vez.
Mi madre sigue hablando mucho de su familia, aunque ya no repite tanto  ni las imágenes ni las historias.   Después vino el silencio, ese momento de vida compartida que parece que no fue, que parece  no ocurrido, como si cuarenta años  fueran cuarenta minutos  de un  paseo en solitario, triste y aburrido.
Yo estaba allí y sé, conozco algo de lo bueno y casi todo lo malo.
Aquello de lo que no se habla no ha existido, dicen. 

Me hubiera gustado descubrir a la mujer que esconde mi madre, pienso si estaré a tiempo, si me gustará o no, si compartiríamos cosas.  He deseado muchas veces otra vida para mi madre, he deseado muchas veces otra vida para esta mujer que me parió con enorme dolor, que me cuidó en una infancia  difícil, que me dio ese empujón que me salvó la vida, que en medio de todo supo poner amor en mi corazón y esperanza en mi alma,  que no pude disfrutar en su madurez ni ahora en la mía. 
Tengo una imagen grabada de mi madre: mi autobús que se aleja, yo miro hacia la calle y,  entonces sí, veo a aquella mujer enfundada en su eterna  gabardina negra que, cabizbaja, daba la espalda a su destino, una vida sin mi.
Me gustaría saber si mis hijas sabrán que detrás de su madre hay una mujer, si llegarán a conocerme, si querrán siquiera intentarlo.  Si yo dejaré que se acerquen demasiado, quizá prefiera el anonimato de madre, segura en los afectos, fuerte defensora del nido, pero débil y frágil como persona.
Quien sabe.
 

viernes, 13 de enero de 2012

Tengo apuntes.

Pues sí, tengo apuntes, esas cosas que lees y te quedan porque te llegan de alguna manera al corazón y al alma.  De repente una frase te hace sentir algo que se sale de la línea argumental del libro, del artículo de prensa, eso que en una fracción de segundo te hace pensar, "por qué no lo habré escrito yo."
Tengo una libreta especial, donde guardo con esmero y mi mejor letra, esas cosas, son mis apuntes, que releo alguna vez, cuando necesito poner palabras a lo que me ronda por la mente, o simplemente porque me  apetece , porque sí.
Esto viene a cuento por la casualidad que ha supuesto que dos personas bien dispares hayan coincidido en el tiempo publicando en sus respectivos blogs sendos poemas, sentidos y emocionados cantos al amor y a la vida.


"Quiero ser tu primer amante, porque te descubre el amor.
Tus amantes intermedios, porque poco a poco te descubren a ti.
Tu ultimo amor, que recoge su fruto."

Sencillamente precioso.   Es un fragmento de un largo poema que titula "Déjame ser tu" en ese intento casi diría que desesperado del que ama por traspasar lo más profundo del ser amado, recorrer toda una vida con esa persona siendo al principio y al final.  Un auténtico regalo.
Ni que decir tiene que me lo quedo, con el permiso del autor, a quién conozco personalmente, estas palabras tan descriptivas pasarán a formar parte de mi "glosario" particular.

"Cambiaré mi huerta de patatas
por un rosal de rosas blancas.
Pero cuidado
pues lo dijo Mecano
una rosa es una rosa
y no es otra cosa
que fragilidad y hermosura,
más defensa ante la locura
del amor basado en sueño,
y por mucho empeño,
seguirá la rosa siendo rosa
y seguiré yo siendo yo, soñadora."

Asombroso, por la juventud de quién escribe.  Asisto, atónita, a sus cambios y progresos.  ¿Es una promesa, tal vez.?

Por último, no puedo olvidar a Col, escritora en ciernes, que me alumbra cada vez.
"Me gustan las noches surrealistas y la buena compañía". 
Frase para la memoria, magnífica.

Si, por Dios, no todo está perdido, donde late un  corazón hay vida y aquí hay mucha pasión.  Gracias a los tres por esto, por las palabras y las rimas, por las comas, por los puntos... por darme material para mis apuntes.




lunes, 9 de enero de 2012

Me ha costado lo mío

Tengo claro que  "nazco"  al mundo "internaútico" como un reto, como un desafío personal, como una aventura y como un desahogo.
Es un reto para una mujer cincuentona meterse en estas lides.  Mi mundo laboral dejó de ser tal hace algún tiempo y por falta de necesidad, no he tenido la costumbre ni la fortaleza mental suficiente para  ponerme al día en este campo de los "bits y los bytes".  Fueron pasando los meses y los años, no hice caso de las advertencias y hoy puedo decir que soy una completa ignorante informática, que le vamos a hacer. 
De modo y manera que me ha costado lo mío llegar a este punto donde estoy ahora mismo.  Pero estoy.
Era una idea que me rondaba desde algún tiempo atrás y que no podía eludir por más tiempo.  Me debo a mi misma superar el complicado mundo que rodea esta tecnología, lo cual no quiere decir que me vaya a convertir en una experta, nada más lejos de mis intenciones, sé muy bien en qué parte del camino me encuentro, hasta donde puedo y quiero llegar. 
Por lo tanto, mi aventura empieza de modo muy modesto, sin saber muy bien si me valdrá la pena, si alguien leerá estas pequeñas reflexiones mías, aunque tampoco me importa mucho, tal vez  lo que busco realmente es el desahogo de esas cosas que se te quedan en el tintero, que no puedes compartir y necesitas liberar, los pensamientos que vuelan y las palabras que no digo.  Y también, aveces, las sonrisas que no comparto.
Tiene su gracia que este mundo tan "comunicado" se esté volviendo un mundo solitario, lleno de personas que no se hablan.
Y aquí es donde empiezo a caminar.



lunes, 2 de enero de 2012

Los Mundos de Mamá

En cierta ocasión, después de la comida y como algo que hago habitualmente,  me levanté de la mesa con la intención de prepararme una infusión y me dirigí al armario de mi cocina donde guardo mis teteras y mis tazas de porcelana.
No utilizo siempre las mismas piezas, según el día y el humor, escojo:  hoy toca la azul, hoy me la tomo en la taza de flores... en fin, hago una selección con cierta calma, miro pensativa esta, aquella ....  Tengo que decir que no tengo una gran colección, pero lo cierto es que de cada viaje  regreso con un ejemplar de una u otra,  o de ambas.
De igual forma, tampoco tomo siempre lo mismo, combino sabores, hago mezclas de varias infusiones, ya digo, según el día y el momento.
Finalmente, decidí qué me preparaba, en qué tetera lo hacía, en qué taza me lo tomaba y con todo el conjunto me senté nuevamente a la mesa, dispuesta a disfrutar de unos minutos que siempre considero muy míos y que de alguna forma me reconfortan y me relajan.
Mis dos hijas  continuaban sentadas a la mesa y sin yo saberlo, me observaban.  Cuando por fin terminé el trajín y me senté con ellas, la mayor, que en aquel momento tendría unos doce o trece años, me sonrió y me dijo:
.-  Me encanta verte, como haces las cosas, tan a tu manera,  son... "los mundos de mamá".
Que así sea.